10 de octubre.
Día Mundial de la Salud Mental
Erradicar los prejuicios sobre los pacientes psiquiátricos
favorece la normalización social de las enfermedades mentales

Más de 450 millones de personas en el
mundo padecen algún trastorno mental. La Consejería de Sanidad invita a profesionales, usuarios
y familiares a que participen en esta actividad dirigida a promover debates más
abiertos sobre las enfermedades mentales, al margen de estigmas sociales que
han derivado en estereotipos, prejuicios e incluso discriminación hacia los
propios enfermos
Cada 10 de
octubre, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamamiento global a la
sociedad con el objeto de recordar la importancia de velar por los derechos de
los pacientes psiquiátricos, normalizar su situación frente a otras
enfermedades y recalcar la importancia del lenguaje para eliminar los
prejuicios que recaen sobre estos pacientes.
Más de 450
millones de personas en el mundo padecen algún trastorno mental. La salud mental
es una parte integral de la salud y se considera que no hay salud sin ella. La OMS define la salud como “un
estado de bienestar completo, físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de enfermedad o padecimiento”. Por tanto, la salud mental es “un
estado de bienestar en el que la persona desarrolla sus propias habilidades,
puede afrontar el estrés normal de la vida, trabaja activamente y es capaz de
contribuir positivamente a su comunidad”.
Las
enfermedades mentales, numerosas y de diferente gravedad, pueden aparecer a
cualquier edad y en algún momento de la vida dando lugar a crisis que requieren
de ayuda profesional. Durante mucho tiempo, este tipo de pacientes ha permanecido al margen de la sociedad, de sus
familias, del entorno laboral y de las instituciones, incluso de políticas y
atención sanitarias hasta hace pocas décadas.
Estos estigmas
sociales han derivado en estereotipos, prejuicios y discriminación, pasando
factura a los propios enfermos mentales quienes llegan a autoestigmatizarse viviendo situaciones personales de vergüenza,
aislamiento, desmoralización y de estrés añadido que favorece el riesgo de
recaídas.
El empleo de
términos como “loco”, “imprevisible”, “incurable”, “violento”, “incapaz”o
“amenazador” en el lenguaje cotidiano y en los medios de comunicación, fomentan
el encasillamiento de las personas que padecen algún tipo de patología mental y
frenan los esfuerzos realizados por normalizar la imagen de estas personas.
La
esquizofrenia es uno de los trastornos mentales que los medios de comunicación
abordan con mayor frecuencia en sus informaciones y de la que más estereotipos
y mitos se transmiten.
Si bien su
definición clínica refiere a una patología emocional y psiquiátrica grave
caracterizada por alteraciones del pensamiento, tergiversación de la realidad,
cambios de humor y que en ocasiones provoca alejamiento de la realidad, los
tópicos y falsas creencias sobre personas con esquizofrenia recalcan y repiten
que poseen múltiple personalidad y cuya enfermedad es fruto de un entorno
familiar complejo, que son individuos poco inteligentes, incapaces y que no
existe tratamiento para su mejoría, junto a la consideración de personas
violentas, homicidas o asesinos, cuando en realidad solo entre un 5 y un 10 por
ciento de esquizofrénicos presentan episodios de extrema violencia. Erradicar
estas connotaciones peyorativas y falsas, instaladas en la conciencia colectiva
es un de los objetivos de esta Consejería.
La rehabilitación psicosocial
La rehabilitación
psicosocial se define como aquel proceso cuya meta global es ayudar a las
personas con discapacidades, a consecuencia de una enfermedad mental, a
integrarse en la comunidad y a mantenerse en un entorno social con condiciones
lo más normalizadas e independientes posibles.
Los
dispositivos de rehabilitación psicosocial se conciben como un recurso
específico, dirigido a la población con trastornos psiquiátricos severos y
persistentes que presentan dificultades en su funcionamiento psicosocial y en
su integración en la comunidad, con la finalidad de ofrecerles programas de
rehabilitación psicosocial y apoyo comunitario que faciliten la mejora de su
nivel de autonomía y funcionamiento, así como promover su mantenimiento e
integración social en la comunidad en las mejores condiciones posibles de
normalización, independencia y calidad de vida.
Los objetivos
principales son favorecer y posibilitar la adquisición o recuperación del
conjunto de destrezas, habilidades y competencias necesarias para el
funcionamiento en la comunidad en las mejores condiciones de normalización y
calidad de vida posibles; potenciar la integración social dentro de la
comunidad, apoyando y fomentando un funcionamiento lo más autónomo, integrado e
independiente que sea posible así como el desempeño de roles sociales valiosos
y normalizados; prevenir o disminuir el riesgo de deterioro psicosocial,
marginalidad y/o institucionalización; asesorar y apoyar a las familias de las
personas con trastorno mental severo para favorecer su competencia en el manejo
de los problemas que se les plantean e incidir positivamente en el proceso de
rehabilitación y ajuste social de sus familiares con problemas psiquiátrico.
Para promover
debates más abiertos al margen de estigmas, está prevista la celebración mañana
viernes, 7 de octubre, del Día Mundial de la Salud Mental en Telde. A
continuación, el programa de actos previsto por la red de Centros de Día de Rehabilitación
Psicosocial.
10:00 a.m. Charla sobre Salud Mental y Recuperación.
Lugar: I.E.S. José Arencibia
Gil, calle Pérez Galdós nº 23.
11:00 a.m. Apertura de los stands de los
Centros de Día de Rehabilitación Psicosocial,
exposición de diversos
productos elaborados por los usuarios de los centros.
Lugar: Plaza de San
Gregorio.
11:00 a.m. Diversas actividades lúdicas y de animación.
Lugar: Plaza de San
Gregorio.
12:30 p.m. Actuaciones musicales.
Lugar: Plaza de San
Gregorio.
13:00 p.m. Clausura de los actos con intervención de
representantes institucionales.
Lugar: Plaza de San Gregorio.
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