La atención sanitaria que se presta a las personas con esquizofrenia o
psicosis resulta vergonzosa, según un informe elaborado por La
Comisión sobre Esquizofrenia(The Schizophrenia Comission) del
Reino Unido.
Esta Comisión, integrada por
un grupo independiente de expertos, pacientes y organizaciones vinculadas
a la salud mental -algunas de ellas, como Rethink, promotoras de los informes
que favorecieron la implantación del programa Improving Access to
Psychological Therapies en este país-, ha evaluado la atención que
reciben las personas con esquizofrenia o psicosis a través de los testimonios
de los propios pacientes, extrayendo conclusiones a partir de 2.500
entrevistas realizadas a lo largo de más de un año. “Lo que
hemos encontrado” –señala el profesor Robin Murray, presidente de
la Comisión, en el prólogo del documento- “es un sistema de atención
defectuoso y desmoralizador, incapaz de proporcionar un tratamiento de calidad que
garantice la recuperación de estas personas. Esto es claramente inaceptable en
una Inglaterra del siglo XXI”.
Entre las deficiencias que ponen de manifiesto este informe están:
- La escasa
colaboración y toma de decisiones compartidas con los usuarios
a la hora de programar el tratamiento.
- La falta
de información a los usuarios acerca de los fármacos que se les
prescriben.
- El manejo
inadecuado de la explicación del diagnóstico por parte de los
especialistas en salud mental. A este respecto, el informe señala: “los
psiquiatras deben ser extremadamente cuidadosos al transmitir el
diagnóstico de esquizofrenia, ya que puede generar
estigmatización y un pesimismo injustificado en el paciente.
- La falta
de atención a largo plazo a los cuidadores de estos pacientes.
- La precaria
formación de los médicos de Atención Primaria en salud mental.
- La deficiente
implementación de programas de intervención temprana en
psicosis.
- La ausencia
de disponibilidad de servicios de tratamiento psicológico para
las personas con esquizofrenia y psicosis.
- La reducida
atención a los problemas de salud física que presentan las
personas con trastorno mental grave.
- La falta
de programas de apoyo individualizados para la recuperación y
mantenimiento del empleo y la vivienda.
- La escasez
de implementación de programas eficaces de prevención de
trastorno mental grave en jóvenes.
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