Hay culturas que tienen como costumbre no mencionar el
nombre de alguien cuando se muere. Afortunadamente no es la nuestra, aunque la tendencia actual es ésta. Hace uno días,
nuestro compañero José Valdecasas
homenajeaba en su blog postPsiquiatría
a un amigo que había perdido. Le agradecemos esta entrada por dos razones, una
por compartir con todos sus sentimientos
y otra por ayudar mediante su manifestación emocional a que el duelo se
evidencie. El duelo si forma parte de nuestra cultura.
Cada día nos cuesta más relacionarnos con esa otra parte de
la vida que es la muerte. Y esta dificultad se manifiesta en mayor medida en el
entorno sanitario. Nos distanciamos, la evitamos, la negamos y le damos con la
puerta en la cara. La vivimos como un fracaso del progreso tecnológico del que
nos rodeamos. A pesar de los software, los hardware, los iphone, ipad, ipod
touch, Tv sin cable, ordenadores de última generación, no hemos conseguido conocer mejor ese misterio
de nuestra existencia y como contrapartida la ignoramos. Las redes sociales no
han llegado tan lejos, no se puede conectar mediante google con el más allá, no
es posible saber si hay fecebook en el otro lado, ni poner la última noticia “del
cielo” en Twiter. El wifi de la tierra
no tiene cobertura en ese espacio.
Por ese distanciamiento que se ha creado, quizás sería
conveniente refrescarnos mediante estos trabajos sobre el tema que a continuación
enlazamos. Uno de los trabajos es de Rosa Gómez Esteban que se titula “El médico frente a la muerte”. En él hace un repaso de la evolución histórica de
la vivencia de la muerte y de las dificultades actuales que se dan en el
entorno sanitario. Los sanitarios en general se pueden ver reflejados en él.
El otro trabajo incluido es el de Pilar Barreto y Ramón
Bayés titulado “El psicólogo ante el enfermo en situación terminal”. Ambos
autores tienen una amplia experiencia en este campo y mediante su escrito nos
acercan a la antesala de ese espacio que con tanta frecuencia no visitamos.
Como siempre esperamos que disfruten mucho de esta nueva entrada.
Como siempre esperamos que disfruten mucho de esta nueva entrada.
Me alegro que se toquen temas tan tabú como ese -indisolublemente ligado a la vida- que llamamos muerte.
ResponderEliminarOctavio Paz señalaba que la actitud de las personas hacia la muerte corre pareja con su actitud hacia la vida.
No me parece desencaminado cuando se aplica a la sanidad: escamoteamos el hecho ineludible de la muerte y le llamamos vida a una supervivencia física, incluso en condiciones de muerte psicológica.
un abrazo,
Gracias por tus palabras. En la entrada no mecioné el nombre, aunque dudé, porque pensé que quienes le conocieron sabrían perfectamente de quién hablaba, y a quienes no le conocieron, ¿qué más les daba cómo se llamara?.
ResponderEliminarDe todas maneras, me alegro de que luego en los comentarios posteriores lo hayan escrito. Creo que está bien así.
Un abrazo.